Sunday, February 25, 2024

Eating in two countries// Comiendo en dos países


A typical breakfast of toast, tomato puree, and olive oil. // Desayuno típico de tostado con tomate y aceite de oliva.
La versión en español está después de la versión en inglés.

I firmly believe that no country is perfect.  Thus, I expected that I would like a lot of the food in my new country, but probably not all of it. Today I'd like to share my favorite foods of Spain and the United States. (I will not be discussing the foods I hate, because I don't want anyone to be offended. Talk to me offline to find out about those. :)

The Spanish are proud of their Mediterranean diet, and I agree it has many advantages. I like nuts and olives. I like the olive oil, of which there are dozens of types spanning the length of a grocery store aisle. And the food that I adore the most is orange juice, fresh pressed from machines in most grocery stores and cafes.

I miss some American foods that are rare here in Spain. For example, consider American beer. Twenty years ago, most bars only sold light- colored, mild beer. Now there is variety-  including India Pale Ales, stouts, hefeweizens you name it. I love corn on the cob and Brussell sprouts, which, unfortunately, are rarely sold here. I also miss giant vegetable salads, topped with things like fruit, nuts, and cheese, because the salads here tend to be simple affairs.

When I stop and consider, though, the most important thing for me is eating with people. I'm the US, we can have potluck meals at people's homes. In Madrid, it's unusual to invite friends to your home, although I think it's more common to invite family members. Instead, people meet at restaurants. Waiters and customers alike aren't in a rush- you can eat slowly without a problem, and are expected to. After the meal, people stay at the table and chat, something that is called "sobremesa." A friend told me it's possible to eat lunch for an hour and a half and then stay for another three hours, talking and drinking coffee or something stronger. Obviously, this is something more common in the weekends. And it is one of my favorite customs in Spain.

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Creo firmemente que ningún país es perfecto, por eso, esperaba que me gustara mucho la comida de mi nuevo país, aunque no toda. Hoy hablaré de mis comidas favoritas de España y de los Estados Unidos. No me centraré en absoluto en los alimentos que odio, porque no quiero que ninguna persona se sienta ofendida. ¿Quieres saber más? Hablaremos cara a cara, es decir, en persona.

Los españoles están orgullosos de su dieta mediterránea y estoy de acuerdo en que hay muchas ventajas. Para empezar, me gustan los frutos secos y las aceitunas. También, me encanta el aceite oliva y hay decenas de tipos en las estanterías de los supermercados. Un alimento realmente especial para mí es el zumo de naranja. Además, hay máquinas en muchos bares y tiendas que exprimen el jugo fresco.

Echo de menos algunos alimentos que son raros en España, por ejemplo, la cerveza de los EE. UU. Hace 20 años, casi todos los bares vendían cerveza clara y con sabor suave. Sin embargo, ahora hay una gran variedad de cervezas, como por ejemplo: India Pale Ales, Stouts y Hefeweizens. También, me fascinan algunas verduras como la mazorca de maíz fresca y las coles de bruselas, las cuales, y por desgracia, se venden menos frecuentemente aquí. Además, echo de menos ensaladas grandes con muchas verduras, frutas, frutos secos y quesos, porque las ensaladas aquí son más simples.

Cuando profundizo en este tema, sé que lo más importante para mí es comer con la gente y socializar. En los EE. UU. hay cenas compartidas, en las cuales cada persona lleva un plato para compartirlo con amigos a la casa de alguien. En Madrid es raro invitar a amigos a tu casa, aunque creo que es común invitar a la familia. En lugar de eso, los grupos de gente se suelen encontrar en restaurantes. Los camareros trabajan tranquilamente y los clientes no tienen prisa; se puede comer lentamente sin ningún problema. Después de la cena, la gente se queda en la mesa y habla durante mucho tiempo, a esto se le llama la “sobremesa”. Un amigo me dijo que es posible comer en una hora y media y después quedarse tres horas más para hablar y tomar café o algo más fuerte. Obviamente, este tipo de costumbre normalmente sucede más durante los fines de semana.

2 comments:

de-I said...

I generally miss the big salads as well, but since we stay at rental properties and cook for ourself a lot, that is less of an issue.

One world two languages said...

Un desayuno perfecto!!!