I love beaches that don't have too many people on them. In summer, Spanish beaches are always packed. // A mí me gustan las playas como estas, que están poco concurridas. En verano, las playas españolas siempre están llenas.
After my Malmö visit, I headed to Washington DC. There I did all the fun things I always do: enjoyed fire bowls with my friends, visited the lab where two friends do research on nuclear waste, cared for two cute guinea pigs while their families were traveling, and took a bunch of bike rides.
Although I only had five days there, my friends and I made a Herculean effort to arrange a beach trip. For the last ten years or so, I've had the tradition of going to an Atlantic Ocean Beach with my friend E and her two kids. Her husband hates the beach, and since we do the entire six- hour round trip in one day, it helps to have someone to share the driving with. Although everybody has a packed schedule in August, we found a day when four adults and four kids, spread across four different families, were able to go to Ocean City. The weather was absolutely perfect, with just enough clouds that we were neither too hot nor blinded by sunlight.
When I see a whiteboard filled with physics, I feel at home. // Cuando veo una pizarra blanca con mucha física como esa, me siento muy cómoda.
Having lunch while the electric car charges, on the way to the beach. //
Comemos mientras el coche eléctrico se carga.
They don't always use buses or trains at the Dulles Airport in Virginia. They use “mobile salons,” which are also known as "people movers." They look like they're from the 60s, because they are. They are also slow and somewhat uncomfortable. //
No hay muchos autobuses ni trenes en el aeropuerto de Dulles en Virginia. Usan estos “salones móviles” que se llaman informalmente “people movers". Me parece que son de los años sesenta y, en realidad, son de aquella época.
--------
Después de mi visita a Malmö, fui a Washington, D. C. Hice todas las actividades normales para mí - disfrutar de las fogatas con amigos, visitar el laboratorio donde dos amigos hacen investigaciones sobre residuos nucleares, cuidar a dos conejillos de indias mientras su familia viajaba e ir en bicicleta con amigos.
Aunque pasé cinco días allí, mis amigos y yo hicimos un esfuerzo especial para ir a la playa. Durante la última década, mantengo la tradición de ir a una playa que pertenece al Atlántico con mi amiga E y sus dos hijos. Su esposo odia la playa, y el viaje de tres horas en coche de ida y tres horas de vuelta, todo en un día, es mejor con dos adultos para compartir la tarea de conducir. Todos mis amigos tienen la agenda llena en agosto, pero pudimos cuadrar un día en que cuatro adultos y cuatro niños de cuatro familias diferentes pudieron viajar a Ocean City, Maryland. El clima fue perfecto, con suficientes nubes para que no hiciera demasiado calor ni hiciera un sol deslumbrante.